El objetivo de la prevención es evitar que puedan presentarse situaciones de maltrato o violencia.
La violencia sobre las mujeres es consecuencia de factores culturales que dan lugar a una situación de desigualdad. Las pautas educativas esenciales se incorporan durante la primera infancia, por lo que es muy importante incidir en las familias desde los primeros momentos, ofreciendo una serie de recursos formativos vinculados a la infancia.
La atención integral a la infancia implica la atención a la familia ya que ésta debe garantizar un entorno seguro y afectuoso con el que debe contar y la administración debe y puede ofrecer los recursos formativos y asistenciales necesarios para que las condiciones de los hogares sean las adecuadas para el desarrollo de una convivencia saludable y positiva.
La sensibilización social es otra de las medidas decisivas, ya que nadie está exento de que en algún momento pueda sufrir en el entorno más cercano algún tipo de situación que debe identificarse para saber como intervenir y evitar las consecuencias. Uno de los contenidos básicos debe ser la divulgación de pautas de cómo identificar y proceder ante el maltrato y la violencia y en especial sobre el sufrido por las mujeres.
Para incidir de forma efectiva en la prevención debe existir un programa de intervención exhaustivo y coordinado por servicios de la administración que garanticen su continuidad. La administración más adecuada es la más cercana al ciudadano, en este caso a la mujer, por lo que estas funciones deben asegurarse que sean asignadas a la administración local, aunque deben existir recursos empleados para la generalidad, en toda España.